LOS MOVIMIENTOS DE VANGUARDIA

 

 

Los movimientos de vanguardia (también conocidos como “ismos”) son corrientes de ruptura radical que aparecieron en Europa entre 1909 y 1930 y afectaron no sólo a la literatura sino a todas las manifestaciones artísticas. Los más importantes movimientos de vanguardia fueron el futurismo, cubismo, dadaísmo y surrealismo. Este último, nacido en 1916 de la mano de André Breton, fue el que más relevancia tuvo tanto en Europa como en España. Además, las letras españolas contarán con dos movimientos de vanguardia propios: el ultraísmo y el creacionismo. En cualquier caso, se trata de tendencias que se sucedieron a un ritmo muy rápido y que tuvieron una influencia desigual en la literatura española. El gran difusor de estas corrientes en España fue Ramón Gómez de la Serna.

 

Las innovaciones aportadas por Juan Ramón Jiménez en el campo de la poesía, unidas al afán de experimentación de las sucesivas vanguardias poéticas, configuraron un ambiente literario en el que surgiría una serie de poetas que se han agrupado bajo el marbete de Generación del 27, llamada así porque en 1927 se celebró en el Ateneo de Sevilla un acto conmemorativo del tercer centenario de la muerte de Góngora al que acudieron algunos de los nombres que después serían incluidos en el grupo o generación del 27: Jorge Guillén, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Dámaso Alonso y Federico García Lorca. Estos y otros nombres conforman una generación o grupo poético formado por una serie de artistas que mantuvo entre sí estrechos lazos de amistad. De ahí que se les haya llamado también “generación de la amistad”.


Los componentes de esta generación insistieron en que su literatura no nació con un afán de ruptura con lo anterior. De hecho, se consideraron deudores del novecentismo y, especialmente, de Ortega y Gasset, en cuya Revista de Occidente publicaron algunos de ellos sus primeros artículos; además, respetaban a algunos de los miembros de la llamada generación del 98, como Miguel de Unamuno o Antonio Machado; veían en Ramón Gómez de la Serna, introductor de las vanguardias en España, una actitud nueva e independiente, y acudían a su tertulia en el café Pombo; y sentían devoción por la poesía pura de Juan Ramón Jiménez. Asimismo, manifestaron también su amor por los clásicos (Garcilaso, Lope de Vega, Quevedo, Góngora...) y por la poesía tradicional del Romancero y del Cancionero. Admiraban igualmente la literatura europea contemporánea y se nutrieron de las innovaciones que trajeron los movimientos de vanguardia, especialmente del surrealismo. Por lo tanto, tradición y renovación se dan la mano cuando hablamos de este grupo de escritores.

Entre los autores más destacados del grupo del 27 se encuentran los siguientes: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Pedro Salinas, Jorge Guillén,  Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Luis Cernuda. También suelen añadirse a esta lista Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. Y, aunque todos los autores citados se dedicaron a la poesía, no sólo fueron poetas, ya que algunos de ellos cultivaron también otros géneros literarios, como fue el caso de Lorca, excelente poeta y uno de los dramaturgos más destacados de la primera mitad del siglo XX.

En cuanto a la evolución literaria de los integrantes del 27, se suelen distinguir tres etapas, si bien no todos los poetas las cumplen en la misma medida ni al mismo tiempo:

Primera etapa: hasta 1927, aproximadamente. En esta etapa se mostraron partidarios de la poesía pura y experimentaron con las primeras vanguardias. Paralelamente, se aprecia el influjo de la lírica popular y de los clásicos de la literatura española, especialmente de Góngora.

Segunda etapa: de 1927 a la Guerra Civil. Se produce una rehumanización de su poesía, que coincide con la irrupción del Surrealismo.

Tercera etapa: después de la guerra. Lorca murió en 1936 y todos los demás, salvo Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego, partieron hacia un largo y doloroso exilio, con lo que se produjo la dispersión del grupo poético del 27. Cada uno de ellos seguirá su propio rumbo literario, aunque ninguno de ellos abandonará el camino emprendido hacia una poesía cada vez más humana, cargada de pesimismo, angustia y desarraigo.

 

FUTURISMO

 

El fundador y alma del futurismo tenía que ser el poeta italiano Filippo Tomasso Marinetti (1876-1944). El 20 de febrero de 1909 publicó en el periódico Le Figaro el "Primer manifiesto del futurismo". El 11 de abril del mismo año se proclamó otro manifiesto más técnico.

Los mítines y las manifestaciones futuristas acababan normalmente en batalla campal. Sus dirigentes eran maestros en el arte de la propaganda y habían captado la importancia que en aquella época se daba al sensacionalismo. Las publicaciones futuristas utilizaban siempre un tono altisonante digno de figurar en las páginas de sucesos de un periódico sensacionalista; de aquí viene que el movimiento consiguiera tanta popularidad.

En Francia el futurismo pronto quedó absorbido por el cubismo. En Inglaterra, bajo el impulso de Lewis, daría nacimiento al vorticismo. En España tuvo cierta repercusión en la poesía de Salvat-Papasseit. La primera guerra mundial puso fin a todos los aciertos, y también a todos los excesos de la escuela futurista. Sólo Marinetti intentó sobrevivir con las teorías adaptando el futurismo a los ideales de la Italia fascista. En 1929 los últimos supervivientes de la escuela proclamaron el "Manifiesto de la aeropintura", que pretendía inspirarse en las sensaciones del vuelo y en la técnica de la aviación. Pero la nueva tendencia, con su reducido campo de acción, era ya un testimonio de la muerte del futurismo.

Desde el punto de vista histórico, el futurismo surge como una natural evolución de las ideas postimpresionistas. Para dar una imagen estricta y analítica de la realidad, los futuristas necesitaban utilizar un análisis de los colores y de las formas. Seurat y el divisionismo les daban resuelto el primer problema cromático. Picasso y los cubistas aportaban soluciones para el segundo aspecto: la descomposición de las formas y la distribución de los diferentes planos del cuadro.

El futurismo aportaba, sin embargo, algunas ideas originales a la estética cubista. El fin primordial de la nueva tendencia era acentuar los efectos del movimiento. Y en este aspecto el cubismo, en términos generales, podía pasar por ser una pintura estática. Los futuristas pagaron, pues, la deuda que tenían con el cubismo activando su desarrollo y obligándolo a prestar más atención a los procesos dinámicos.

CONTEXTO SOCIAL, POLITICO Y ECONOMICO

El contexto social en el que se desarrollaron las vanguardias fue extremadamente agitado. Todavía quedaban frescas las consecuencias de la revolución industrial cuando se produce la primera guerra mundial y la revolución rusa, trazando un nuevo mapa político. Como hecho agravante de esta convulsionada situación, el sistema económico sufría su crisis más grave de la historia. Es por ello, por los importantes cambios que se estaban padeciendo y por la sensación de que podía contribuirse positivamente en ellos, que las vanguardias pretenden tener injerencia social a través de su arte. Así, una obra ya no estaba solamente destinada a la contemplación, sino a reflejar estos cambios. 

Algunos ejemplos de estos movimientos son: el dadaísmo, que hace hincapié en lo poco razonable, en la rebeldía y en lo destructivo; el surrealismo, que se sustenta en los postulados de Freud acerca del inconsciente pretendiendo reflejarlo en la obra; el futurismo, que se inspiraba en adelantos técnicos; el ultraísmo, que favoreció el verso libre y la elaboración de la metáfora; el cubismo, que representaba la realidad a través de formas geométricas; el expresionismo, que hace hincapié en las experiencias interiores; y el fauvismo, que pretendía expresar sentimientos mediante colores. 

En general, las vanguardias no lograron prosperar, principalmente por carecer de sustento propio y solo fundarse en el rechazo de otras tendencias. No obstante, es menester reconocer que han tenido una influencia importante en las creaciones artísticas del siglo ** y en las de hoy en día.

CARACTERISTICAS

Las características del futurismo han sido resumidas por los mismos pintores del movimiento:

  • Todas las formas de imitación deben ser menospreciadas y todas las formas de originalidad deben ser glorificadas.
  • Debemos rebelarnos contra la tiranía de las palabras armonía y buen gusto (con este tipo de expresiones, demasiado elásticas, sería fácil demoler las obras de Rembrandt, Goya y Rodin).
  • Las críticas de arte son inútiles o perjudiciales.
  • Es necesario hacer limpieza de temas corrompidos y inútiles para poder expresar el remolino vertiginoso de la vida moderna, una vida de acero, fiebre, orgullo y temeraria velocidad.
  • La acusación de "locos" que se ha utilizado para tener amordazados a los innovadores, debe ser considerada un noble y honorable título.
  • El complementarismo en pintura es una necesidad absoluta, como el verso libre en poesía y la polifonía en música.
  • El dinamismo universal tiene que ser plasmado en pintura como una sensación dinámica.
  • La sinceridad y la virginidad son necesarias, en grado mayor que otro tipo de cualidades, para la interpretación de la naturaleza.
  • El movimiento y la luz destruyen la materialidad de los cuerpos.
 

AUTORES Y OBRAS



Pintura


Roberto M. Baldessari (Iras) (1894 – 1965)
Giacomo Balla (1871 – 1958)
Francesco Cangiullo (1884 – 1977)
Carlo Carrà (1881 – 1966)
Tullio Crali (1910 – 2000)
Fortunato Depero (1892 – 1960)
Umberto Boccioni (1882 – 1916)
Renato Di Bossio (Renato Righetti) (1905 – 1982)

Escultura


Roberto M. Baldessari (Iras) (1894 – 1965)
Giacomo Balla (1871 – 1958)
Tullio Crali (1910 – 2000)
Fortunato Depero (1892 – 1960)
Gerardo Dottori (1884 – 1977)
Thayaht (Ernesto Michahelles) (1893 – 1959)

 

Fotografía


Mario Bellusi (1893 – 1955)
Ottavio Bérard (1896 – 1975)
Antón Giulio Bragaglia (1890 – 1960)
Mauro Camuzzi (1893 – 1964)
Mario Castagneri (1892 – 1940)
Cesare Cerati (1898 – 1969)
Gianni Croce (1896 – 1981)
Fortunato Depero (1892 – 1960)
Rosetta Amadori Depero 
Edmund Kesting (1892 – 1970)
Alberto Montacchini (1894 – 1956)


Artes aplicadas


Tullio Crali (1910 – 2000)
Fortunato Depero (1892 – 1960)
Renato Di Bossio (Renato Righetti) (1905 – 1982)
Enrico Prampolini (1894 – 1956)

Arquitectura


Tullio Crali (1910 – 2000)
Fortunato Depero (1892 – 1960)

 

Literatura


Roberto M. Baldessari (Iras) (1894 – 1965)
Giacomo Balla (1871 – 1958)
Paolo Buzzi (1874 – 1956)
Francesco Cangiullo (1884 – 1977)
Carlo Carrà (1881 – 1966)
Tullio Crali (1910 – 2000)
Fortunato Depero (1892 – 1960)

Teatro


Mario Chiattone (1891 – 1957)
Tullio Crali (1910 – 2000)
Fortunato Depero (1892 – 1960)
Enrico Prampolini (1894 – 1956)

 

Danza


Giannina Censi (1913 – 1995)

 

Manifiestos


Fedele Azari (1896 – 1930)
Giacomo Balla (1871 – 1958)
Henry Bidou
Umberto Boccioni (1882 – 1916)
Francesco Cangiullo (1884 – 1977)
Mario Carli (1888 – 1935)
Carlo Carrà (1881 – 1966)
Bruno Corra (Bruno G. Corradini) (1892 – 1976)
Valentine de Saint-Point (1875 – 1953))

 

 

EL REALISMO

 

El realismo literario es una corriente estética que supuso una ruptura con el romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales, en la segunda mitad del siglo XIX.

Aparece aplicado a la literatura hacia 1825 para referirse a la imitación por parte de los románticos de la naturaleza y al detalle descriptivo de algunos de sus novelistas. Más tarde, su significado se precisó para aplicarse a ciertos pintores como Gustave Courbet que, frente a los temas grandilocuentes y las escenografías aparatosas del Romanticismo, llevaban a sus lienzos sencillas escenas de la vida cotidiana; enseguida se aplicó el vocablo a las obras literarias animadas de un propósito análogo de recoger fieles testimonios de la sociedad de la época.

 

CARACTERISTICAS

 

Los rasgos fundamentales del realismo son los siguientes:

·         Procura mostrar en las obras una reproducción fiel y exacta de la realidad.

·         Se opone al romanticismo en su rechazo de lo sentimental y lo trascendental; aspira, en cambio, a reflejar la realidad individual y social en el marco del devenir histórico.

·         Debido a su afán versista o de verosimilitud, el realismo literario se opone asimismo directamente a la literatura fantástica.

·         Hace un uso minucioso de la descripción, para mostrar perfiles exactos de los temas, personajes, situaciones e incluso lugares; lo cotidiano y no lo exótico es el tema central, exponiendo problemas políticos, humanos y sociales.

·         El lenguaje utilizado en las obras abarca diversos registros y niveles de lenguaje, ya que expresa el habla común y se adapta a los usos de los distintos personajes, que son complejos, evolucionan e interactúan influyendo en otros.

·         Las obras muestran una relación mediata entre las personas y su entorno económico y social, del cual son exponente; la historia muestra a los personajes como testimonio de una época, una clase social, un oficio, etc.

·         El autor analiza, reproduce y denuncia los males que aquejan a su sociedad.

·         Transmite ideas de la forma más verídica y objetiva posible.

 

 

DADAISMO

 

El Dada surge en 1916 y tiene el común denominador de Europa y la Primera Guerra Mundial. 

Aparece simultáneamente en dos lugares: Norteamérica y Suiza (usualmente, los movimientos artísticos aparecen en UN lugar y se expanden) 

Desde Suiza (donde se habían refugiado muchos artistas durante la Gran Guerra) el Dada pasó 
- a Alemania y de ahí a los países de Europa Central, 
- a Francia, donde alcanzó su máxima expresión entre 1920 1923 

En algunos lados el Dada se mezcló con otras corrientes artísticas nacionales, como el Constructivismo en Berlín, el neoplasticismo en Holanda y el Futurismo en Italia 
 

El movimiento Dada 
- tiene un carácter eminentemente nihilista, iconoclasta y provocador, 
- Apuntaba a un completa revolución artística, 
- es una reacción contra los horrores de la guerra, la decadencia de la sociedad europea, la frivolidad de la fe ciega en el progreso tecnológico, la insuficiencia de la religión y de los códigos morales convencionales 

Fue perseguido no solo por el nazismo que lo consideraba un arte depravado, sino por la burguesía que no gustaba de la ruptura total del movimiento con el arte "según las norma establecidas" (lo mismo que había pasado por ejemplo con el impresionismo o el cubismo) . Hasta los años sesenta, no se hicieron estudios profundos sobre este movimiento. 
 
El movimiento Dada 
- rechaza las tradiciones artísticas y ayuda así a enriquecer el vocabulario visual del futurismo, uno de sus herederos. 
- mantuvo el concepto del cubismo de que las letras son formas visuales concretas y no solo símbolos fonéticos 

AUTORES Y OBRAS

 

·         Marcel Duchamp

·          Francis Picabia, Man Ray

·          Max Ernst, Tristan Tzara

·          John Heartfield (es el creador del fotomontaje político)

·          Kurt Schwitters (creador del collage tipográfico)